martes, 20 de noviembre de 2007

Carola & Bagayo



Hace dos semanas me cambie de casa, nunca pensé que iba a preocuparme por platos, manteles y menos por un perro. A diario construyo, arreglo el baño, compro una plantita o un cenicero para las visitas. Es rico tener casa y un perro por muy juguetón y travieso que sea. En las tardes paseamos con Bagayo, vamos a la playa , él juega con la plumas de los pájaros y yo recojo caracolas que el mar ha dejado sembradas en la arena.

1 comentario:

Fernanda dijo...

Es hermoso....
Yo quiero uno :)